Este video -del programa televisivo del Discovery Channel- Future Weapons (Armas del Futuro) nos presenta el ranking de las 10 armas que según Mack han transformado más la guerra en los últimos 60 años. Tan interesante como la selección son los criterios y la cuestión de fondo que se plantea.
En 10º lugar se encuentra el PRG 7, el lanzador de granadas auntopropulsadas soviético que se popularizó en el mundo.
En 9º Lugar ubica al Jdam, el sistema de guía inercial para bombas combencionales. Esto es básicamente unos alerones móviles que guían bombas convencionales.
El 8º lugar está el bombardero B - 52 Stratofortess.
El 7º puesto está el Bell Huey, helicóptero en su versión de ataque.
Asi sigue pasando por el AK-47, misiles antiaereo y nucleares soviéticos y norteamericanos.
El primer lugar es del complejo industrial militar.
Admite que esto es la cristalización de la articulación de los intereses de sector público con la industria bélica. Puede provocar cierto escozor escuchar que esto sea anunciado con tanto descaro y orgullo, en especial para nosotros que recibimos esto en otra lengua, es decir, en un contexto, donde nuestras naciones no consideran que la capacidad de trasladar muerte y destrucción en cualquier lugar del planeta impulsados por los intereses entrelazados del Estado y el capital, sea algo para vanagloriarse.
Esto no hace que este programa de televisión sea menos entretenido.En 10º lugar se encuentra el PRG 7, el lanzador de granadas auntopropulsadas soviético que se popularizó en el mundo.
En 9º Lugar ubica al Jdam, el sistema de guía inercial para bombas combencionales. Esto es básicamente unos alerones móviles que guían bombas convencionales.
El 8º lugar está el bombardero B - 52 Stratofortess.
El 7º puesto está el Bell Huey, helicóptero en su versión de ataque.
Asi sigue pasando por el AK-47, misiles antiaereo y nucleares soviéticos y norteamericanos.
El primer lugar es del complejo industrial militar.
Admite que esto es la cristalización de la articulación de los intereses de sector público con la industria bélica. Puede provocar cierto escozor escuchar que esto sea anunciado con tanto descaro y orgullo, en especial para nosotros que recibimos esto en otra lengua, es decir, en un contexto, donde nuestras naciones no consideran que la capacidad de trasladar muerte y destrucción en cualquier lugar del planeta impulsados por los intereses entrelazados del Estado y el capital, sea algo para vanagloriarse.
Comentarios